Aromaterapia veterinaria segura
La aromaterapia tiene varios beneficios muy interesantes entre los cuales cabe destacar su diversidad de uso para varias afecciones y su polivalencia de uso tanto para nosotros como para nuestras mascotas. No obstante, es muy importante considerar varias diferencias básicas de uso de la aromaterapia en humanos y en gatos y perros. A continuación, compartimos recomendaciones sobre el uso seguro de aceites esenciales puros y quimiotipados para tratar afecciones o enfermedades antes de presentar un recetario aromaterapéutico distinguiendo tratamientos para gatos y perros.

Filtro aromaterapia veterinaria
Otitis
Modo de uso:
Pioderma
Modo de uso:
Prurito en piel
Modo de uso:
Precauciones de uso de los aceites esenciales en medicina veterinaria
Los aceites esenciales pueden ser muy útiles también para prevenir o tratar enfermedades de los gatos y perros. No obstante, aunque también sean mamíferos, se diferencian de nosotros desde el punto de vista biológico y fisiológico en ciertos aspectos como por ejemplo el olfato, sentido íntimamente relacionado con el uso de la aromaterapia. Por lo anterior, debes tener mucho cuidado en el momento de usar los aceites esenciales con tu mascota.
Los gatos y perros tienen entre 200 y 300 millones receptores olfativos mientras que los seres humanos tenemos solamente hasta 6 millones con una superficie de mucosa olfativa netamente inferior la cual oscila entre 2 y 4 cm2 contra 20 cm2 en gatos y hasta 170 cm2 en algunos perros. Estas diferencias notorias implican, en términos evolutivos, el uso específico de un órgano muy desarrollado en gatos y perros: el órgano vomeronasal u órgano de Jacobson. Este órgano está considerado como vestigial o no funcional en humanos adultos mientras que en perros y gatos está totalmente funcional y les permite detectar señales químicas como las feromonas que implican ciertas reacciones sociales como la reproducción.
En números, el área del cerebro de los gatos y perros dedicado al procesamiento de la información olfativa es hasta 40% superior a la nuestra, la cual está más invertida en el procesamiento de la información visual. Lo anterior implica que los perros pueden, por ejemplo, detectar olores en concentraciones hasta 100.000 veces menores que los humanos, lo cual les permite evidenciar diferencias muy ínfimas de matices de olores. Así, en términos comportamentales los gatos y perros exploran el mundo principalmente a través del olfato utilizando el “flehmén”, gesto de levantar el labio superior para transferir moléculas al órgano de Jacobson mientras que los humanos dependemos principalmente de la vista para percibir el entorno. Esta capacidad olfativa extraordinaria de los gatos y perros les permite detectar enfermedades, cambios hormonales, alimentos o peligros a distancias impresionantes mucho más allá de las capacidades y entendimientos humanos.
Estas realidades del sistema olfativo son fundamentales para considerar el uso apropiado de los aceites esenciales con el aprovechamiento del sentido olfativo en gatos y perros adicionalmente a ciertas características biológicas sensibles de nuestras mascotas que se deben considerar también para su bienestar en el momento de usar los aceites esenciales, sustancias químicas altamente concentradas que pueden desencadenar reacciones de hipersensibilidad como asma, hipersalivación, regurgitación, o comportamientos distintos en comparación con las reacciones del ser humano. En pocas palabras, lo que para nosotros pueda aparentar ser un aroma suave puede ser abrumador para nuestras mascotas.
Precauciones generales
- Consultar siempre a un veterinario antes de usar un aceite esencial.
- Nunca aplicar aceites esenciales directamente en la piel sin diluir. En general, salvo excepciones de tratamientos específicos, para su uso tópico, los aceites esenciales se deben diluir en aceites vegetales hasta 1% en gatos y 2% en perros.
- Evitar aplicación cerca de la nariz, ojos o genitales
- Proporcionar siempre una vía de escape cuando se usan difusores
- No utilizar difusores o humidificadores en espacios pequeños o sin ventilación
- Almacenar los aceites fuera del alcance de las mascotas
- Usar un cuello isabelino cuando se aplica tópicamente un tratamiento aromaterapéutico para evitar que el gato o el perro ingiera la mezcla aplicada.
Precauciones específicas con los gatos
Adicionalmente a su sensibilidad olfativa detallada anteriormente, los gatos tienen un sistema hepático más sensible que carece de la glucoroniltransferasa, enzima necesaria para transformar o eliminar los fenoles y ciertas otras moléculas de aceites esenciales como los de Tomillo (Thymus vulgaris), Clavo de Olor (Syzygium aromaticum), Orégano (Origanum vulgare), u Orégano compacto (Origanum compactum). Por esta razón, la aromaterapia se debe usar con mucho cuidado para tratar las afecciones de los felinos.
Signos de toxicidad por vigilar después del tratamiento aromaterapéutico
- Cambios en el comportamiento o letargia
- Dificultad respiratoria
- Babeo excesivo
- Temblores o debilidad muscular
- Vómitos o diarrea
- Irritación cutánea